Si eres un antiguo usuario de los servicios online de Microsoft, entonces SkyDrive debería sonarte familiar aun cuando jamás lo hayas utilizado (o no sepa de qué se trata). Lanzado hace unos 5 años como parte de la familia de servicios de Windows Live, nunca llegó a ser completamente aceptado por el público. Extrañamente, ello no se debió a un mal servicio (si, de hecho, hizo lo que muchos imitarían años después) sino a la escasa publicidad por parte de los de Redmond.
Pero el tiempo pasó e hizo justicia en su muy particular forma: ahora que la nube es una temática omnipresente y todo el mundo quiere una tajada, Microsoft ya cuenta con el servicio, la estructura y la experiencia para posicionarse como uno de los jugadores más importantes de esta contienda. Por supuesto, la compañía de Ballmer lo sabe, razón por la que han decidido enclavar el servicio de almacenamiento en la nube en el corazón del mismísimo Windows 8.
Como un disco duro más, pero remoto y disponible en todas partes
Básicamente, la oferta de SkyDrive no se aleja demasiado a lo que ya conocemos de los servicios de almacenamiento en la nube. En otras palabras, el servicio nos permitirá sincronizar una carpeta en nuestro sistema operativo para que todo lo que se colocado allí sea instantáneamente respaldado en la nube. De este modo, y en caso que estemos de viaje, solo nos bastará ingresar al servicio con nuestra cuenta de Microsoft para disponer de todo lo que hayamos cargado allí.
Es importante aclarar que solo necesitaremos una cuenta de Microsoft (que puede ser nuestra vieja dirección de Hotmail, Windows Live o una nueva en Outlook.com) para hacernos acreedores de 7GB de almacenamiento gratuito. También cabe señalar que todos aquellos dueños de cuentas creadas antes del 22 de abril de 2012 disponen de 25GB gratis por el solo hecho de ser usuarios longevos.
Así, las personas que utilicen SkyDrive podrán utilizarlo para almacenar cualquier tipo de ficheros, desde canciones e imágenes hasta videos y documentos. De hecho, y gracias a las web apps de Office, cada documento almacenado allí podrá ser visualizado y editado de forma online, muy al estilo de lo permitido por Google Docs solo que con posibilidad de trabajar con ficheros de Word, Excel, PowerPoint, OneNote y Access.
De todos modos, cabe aclarar que SkyDrive no permite el streaming de contenido multimedia ni tampoco ofrece un sistema de “emparejamiento” de música como el brindado por Amazon Cloud Drive. No obstante, ello no parece ser el “negocio” en el que quiere adentrarse Microsoft, dado que el verdadero propósito sería actuar de soporte para Windows 8 y de puente entre los diferentes dispositivos que utilizan tal OS.
Integración con Windows 8: tu sistema operativo, dondequiera que estés
Dije más arriba que SkyDrive se ha reinventado para ser una parte integral de la experiencia Windows 8, un proceso que ha significado una serie de cambios para el servicio de almacenamiento. En primer lugar, tales modificaciones son obviamente visibles en su apariencia, la cual ha sido ajustada para encajar con la interfaz cuadrada, plana y minimalista del nuevo OS (la ahora popular Modern UI). Ello es así tanto para el servicio en línea como para la app de W8.
A propósito de la aplicación “local”, la misma ya está completamente integrada con Windows 8 por defecto. En otras palabras, los usuarios del nuevo sistema de Microsoft se encontrarán con la app de SkyDrive preinstalada en el mismo. La razón de esto responde al papel crucial que la compañía norteamericana le ha otorgado al servicio en el nuevo esquema de su OS.
Como ya dije antes, SkyDrive permite subir prácticamente cualquier contenido disponible en el ordenador, con la única condición de que hayamos accedido a nuestra cuenta con anterioridad. Una vez hecho esto, podremos almacenar documentos desde Office (establecida como una opción por defecto), fotografías desde un editor o, básicamente, cualquier fichero que tengamos en nuestro ordenador. La idea de Microsoft ha sido la de hacer fácil que cualquier app se integre con SkyDrive, razón por la que no importa donde estemos dentro del OS, seguramente contaremos con la posibilidad de cargar contenidos en la nube.
Dos de las grandes posibilidades de este servicio al momento de trabajar con Windows 8 tienen que ver con la sincronización de dispositivos. Hablé de SkyDrive como puente y estas dos funciones vienen a explicar tal afirmación. En primera instancia, el servicio podrá servirnos para almacenar preferencias estéticas y configuraciones del sistema en nuestra propia cuenta. Ello quiere decir que al acceder con tal cuenta siempre encontraremos “nuestro sistema”, independientemente si ingresamos desde un ordenador de escritorio, una tablet o un Smartphone.
La otra característica (y uno de los más grandes aciertos de este nuevo SkyDrive, he de decir) es llamada Fetch la cual nos permitirá conectarnos con un dispositivo de confianza para “autotransferirnos” contenidos almacenados allí. Lo mejor de todo es que no será necesario que tales ficheros estén guardados en la carpeta de SkyDrive, sino que estén en el disco duro de un PC conectado con SkyDrive abierto. De este modo, una conexión de Internet nos permitirá “traer” cualquier archivo desde nuestra máquina hogareña hasta donde quiera que estemos.
Finalmente, el desarrollo de apps de SkyDrive específicas para cada uno de los sistemas móviles más importantes es otro de los logros de Microsoft con respecto a este servicio. De este modo, podremos instalar tal servicio en nuestro iPhone, nuestro Android o nuestro BlackBerry para cargar todos los contenidos que queramos desde nuestros dispositivos a nuestra cuenta. Con ello se cierra el círculo que los de Redmond quieren trazar alrededor de nuestra vida tecnológica, uniendo los puntos que utilizamos para vivirla.
Conclusiones
Puede que el servicio de Microsoft tenga algunas desventajas (los contenidos subidos a la nube no pueden ser compartidos para colaboraciones, el escritorio de Windows 8 requiere la instalación de un cliente SkyDrive separado), pero las ventajas sobrepasan largamente las fallas. Disponibilidad en todo momento y dispositivo, sincronización de cada uno de los rincones del sistema, edición online de documentos, posibilidad de extraer ficheros de un PC de confianza e integración con apps de terceros hacen que esto sea una realidad.
Microsoft sabe que su jugada con Windows 8 es algo riesgosa. Conocida es la resistencia que tienen los usuarios a la hora de adoptar cambios radicales en sus herramientas favoritos. Será por eso que la compañía ha estado trabajando duramente en muchos aspectos y ventajas que hagan más apetecible la oferta del OS, algo que, en mi opinión, no tiene una muestra más acabada que SkyDrive.
